Después de una mañana visitando sitios nos dejaron un rato libre.
Nos compramos un batido en el Starbucks y nos fuimos a dar un paseo. Nos estuvimos sacando fotos por los sitios que pasábamos.
Lara: Parecemos unas hipsters, solo falta Maite -Reímos-
Paula se fijo en un grupo de chicos y chicas de una clase, que también estaban de excursión.
Paula: Podíamos acercarnos esos chicos, que están muy buenos -Sonrió-
Lara
les miro y rápidamente reconoció a Cèsar, y a su lado vio a los demás
amigos de Nil, y a Nil. Nos acercamos un poco y nos sentamos en un banco
cerca de ellos.
Cris: Joder, es que están tan buenos
-Lo oyeron y se rieron, nos miraron, Cris se tapo la boca cuando se dio
cuenta de que lo habían escuchado y las demás nos empezamos a reir-
Nil al mirarnos nos reconoció y cuando les dejaron
un rato libre se acerco al banco en donde estábamos sentadas. Le miramos
cuando se acercaba y nos pusimos un poco nerviosas porque creíamos que
nos iba decir algo de cuando le pillamos besándose con Mireia.
Nil: Hola -Sonrió- Sois las de ayer, ¿Verdad?
Nos quedamos un poco cortadas pero al final reaccionamos y le dijimos "Holaa!" todas.
Yo: Si, somos nosotras.. -Sonreí timidamente-
Lara: Yo.. lo siento por cortaros el royo ayer, pero.. ¡Es que es lo que siento!
Todas, incluido Nil, la miramos y nos pusimos a reir.
Nil: No pasa nada -Dijo riéndose-
Lara: No os riáis.. -Sonrió- Y aunque te allá pedido perdón, sigo pensando lo mismo que dije ayer
Se rio de nuevo. Sus profesores le llamaron porque ya se iban a otro lado.
Nil:
Yo me tengo que ir ya, pero esta tarde estoy por aquí, si queréis
podemos quedar y os enseño un poco Barcelona, porque no sois de aquí,
no? -Sonrió-
Todas: ¡Claro que queremos! -Sonreímos aun si creernos que íbamos a quedar con Nil-
Cris: No, somos de Córdoba -Sonrió-
Nil: Pues aquí a las... seis! Vendré con algún amigo, por no estar solo -Sonrió y se fue corriendo con los demás de su clase-
Cuando
ya estaban lejos nos pusimos a gritar de la emoción. No nos lo
creíamos. Miramos la hora y vimos que ya era la hora de la comida,
corrimos felices al hotel.
Cuando Natalia llego a su casa, después
del instituto, se lo contamos todo por WhatsApp. Creía que la estábamos
gastando una broma.
-Encuentros inesperados-
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