domingo, 4 de agosto de 2013

Capitulo 3.Encuentros inesperados.

Después de una mañana visitando sitios nos dejaron un rato libre.
Nos compramos un batido en el Starbucks y nos fuimos a dar un paseo. Nos estuvimos sacando fotos por los sitios que pasábamos.

Lara: Parecemos unas hipsters, solo falta Maite -Reímos-

Paula se fijo en un grupo de chicos y chicas de una clase, que también estaban de excursión.

Paula: Podíamos acercarnos esos chicos, que están muy buenos -Sonrió-

Lara les miro y rápidamente reconoció a Cèsar, y a su lado vio a los demás amigos de Nil, y a Nil. Nos acercamos un poco y nos sentamos en un banco cerca de ellos.

Cris: Joder, es que están tan buenos -Lo oyeron y se rieron, nos miraron, Cris se tapo la boca cuando se dio cuenta de que lo habían escuchado y las demás nos empezamos a reir-

Nil al mirarnos nos reconoció y cuando les dejaron un rato libre se acerco al banco en donde estábamos sentadas. Le miramos cuando se acercaba y nos pusimos un poco nerviosas porque creíamos que nos iba decir algo de cuando le pillamos besándose con Mireia.

Nil: Hola -Sonrió- Sois las de ayer, ¿Verdad?

Nos quedamos un poco cortadas pero al final reaccionamos y le dijimos "Holaa!" todas.

Yo: Si, somos nosotras.. -Sonreí timidamente-

Lara: Yo.. lo siento por cortaros el royo ayer, pero.. ¡Es que es lo que siento!

Todas, incluido Nil, la miramos y nos pusimos a reir.

Nil: No pasa nada -Dijo riéndose- 

Lara: No os riáis.. -Sonrió- Y aunque te allá pedido perdón, sigo pensando lo mismo que dije ayer

Se rio de nuevo. Sus profesores le llamaron porque ya se iban a otro lado.

Nil: Yo me tengo que ir ya, pero esta tarde estoy por aquí, si queréis podemos quedar y os enseño un poco Barcelona, porque no sois de aquí, no? -Sonrió-

Todas: ¡Claro que queremos! -Sonreímos aun si creernos que íbamos a quedar con Nil-

Cris: No, somos de Córdoba -Sonrió-

Nil: Pues aquí a las... seis! Vendré con algún amigo, por no estar solo -Sonrió y se fue corriendo con los demás de su clase-

Cuando ya estaban lejos nos pusimos a gritar de la emoción. No nos lo creíamos. Miramos la hora y vimos que ya era la hora de la comida, corrimos felices al hotel.
Cuando Natalia llego a su casa, después del instituto, se lo contamos todo por WhatsApp. Creía que la estábamos gastando una broma.
                                                      -Encuentros inesperados-

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