martes, 11 de febrero de 2014

Novela "Mi mundo.. Él" «Capitulo I»

Sonó el despertador como cada mañana. Siempre me costaba levantarme, pero ese día mas. Era ese día del calendario que preferiría borrar para siempre. Si, era mi cumpleaños. A todo el mundo le gusta ese día especial, pero yo lo odiaba.

Me levanté perezosa, abrí el armario y cogí el uniforme. Falda gris oscuro, jersey rojo con el símbolo del instituto, en negro, a la izquierda, y una camisa blanca. No me gustaba el uniforme pero lo bueno es que no tenia que pensar cada mañana que ponerme.

Mi madre ya gritaba desde la cocina que llegaría tarde. Me hice una coleta y baje las escaleras.

Nadie me felicito durante el desayuno, pero ya me había acostumbrado. Todos los años aparentaban no acordarse, y cuando llegaba del instituto me daban una "sorpresa". La sorpresa se había convertido en una rutina en el día de mi cumpleaños, y cada año me costaba mas poner cara de sorpresa.

Salí de casa colgándome la mochila a los hombros. De camino me encontré con mis amigas, bueno, compañeras de clase porque no se preocupaban de mi. Caminé a su lado, ellas charlaban de sus cosas, mientras yo iba distraída, pensando en mis cosas sin escucharlas. Solo unas palabras bastaron para salir de mis pensamientos. Levante la mirada cuando una de ellas dijo "Mirad hay esta". Le busqué con la mirada rápidamente y le encontré riendo con sus amigos. Me salió una sonrisa tonta como cada mañana, mire a otro lado dejando de sonreír cuando me di cuenta de que lo hacia.

Ese chico normal, que cambiaba de peinado cada dos por tres, el que solo con mirarme me podía dejar como una estatua. No tenia nada especial, no era rubio, ni de ojos azules. Tenía una estatura normal y no tenia una gran musculatura. El era de pelo castaño y ojos marrones, y sí, tenía algo especial, su sonrisa. Era la mas bonita de toda Girona, de toda Cataluña y de todo el universo.

Le saludaron cuando pasamos a su lado, yo me limité a mirar a otro lado, y el respondió amable.

Ya había pasado parte de la mañana, nadie se había acordado de mi cumpleaños todavía, pero solo bastaron unos minutos para que eso cambiara.

Clase de biología, la mas aburrida de la mañana. Yo estaba sentada en la tercera fila, al lado de la ventana, me gustaba ese sitio, no estaba muy cerca ni muy lejos del profesor, podía mirar por la ventana cuando me aburría, en verano entraba aire y en invierno tenia la estufa al lado. Para mi era el mejor sitio. Todos estaban sentados de dos en dos, menos yo. Él se sentaba atrás, con sus amigos.

El profesor ya les había llamado la atención varias veces, no paran de hablar y reír. Yo no estaba atenta a nada de lo que pasara en el aula. Pero cuando oí "Nil, sientate con Mireia, haber si así paráis de hablar" volví inmediatamente a atender y le ví cogiendo sus cosas y acercándose a la mesa donde estaba.
Se sentó y abrió de nuevo sus libros.

No sé si atendía a clase o estaba pensando en sus cosas, no me atreví a mirarle. Solo habían pasado diez minutos cuando noté que se acerco un poco a mi.

Nil: ¿Tienes las tareas de matemáticas? -Dijo en voz baja cerca de mi oído-

Le mire y asentí tímidamente. Busque en mi bloc el apartado de matemáticas y saque una hoja donde estaban los ejercicios. Se la di mientras cerraba las anillas del bloc. El respondió con un "Gracias" mientras me miraba sonriendo. Yo le sonreí y mire hacia la ventana. Estaba feliz, me había sonreído, a mi. Esa sonrisa fue el mejor regalo de cumpleaños que me habían echo.

Pasaba la hora y el profesor explicaba, pocos atendían. Nil seguía copiando y yo ojeaba mi agenda hasta llegar al día en el que estábamos. Saqué unos rotuladores y dibujé lo típico «Mi cumpleaños» y algunos dibujos al rededor. Nil acabó y miro lo que hacia.

Nil: ¿Es tu cumple? ¡Felicidades! -Sonrío-
Yo: Si.. Gracias -Sonreí y le mire dejando de dibujar-
Nil: A ti, por las tareas -Sonrío y justo tocó el timbre-

Le sonreí amable y guarde los libros, saqué los de la hora siguiente. Él se levantó y recogió sus libros, se fue a su sitio.

Pase el resto de la mañana pensando en lo ocurrido. No me lo creía, sin duda era el mejor cumpleaños que había tenido.

Después de las clases volví a casa y estaba allí toda la familia, ese año no me costó poner cara de sorpresa y entusiasmo, estaba verdaderamente feliz. Comimos tarta y me dieron unos regalos. Unas camisetas y tres libros que llevaba tiempo que quería leer.

Después de ducharme y cenar subí a mi habitación, cerré la puerta y puse musica no muy alta. Me eché en la cama y empecé uno de los tres libros. Tarde poco que quedarme completamente dormida.

lunes, 10 de febrero de 2014

-Sin titulo-

"Camino con la mirada perdida, sin saber muy bien a donde voy, ni se donde estoy. Nunca había visto esas calles, ni reconocía a las personas que caminaban por ellas.

Después de unos minutos caminando, algo llamo mi atención. Había visto esa figura mil veces, pero nunca como aquella vez. Parpadee un par de veces y puse mi mirada atenta sobre esa persona. Solo me bastaron un par de segundos para reconocerle.
Me quedé inmóvil y mis ojos se pusieron brillantes, como nunca habían estado.

Él seguía caminando tranquilo. Reaccioné y camine un poco deprisa hacia él, antes de que se alejara más y le perdiera de vista.

Estaba a escasos metros cuando se me hizo un nudo en la garganta, no sabia que decir ni que hacer. Cuando le alcancé dije tímidamente '¿Nil..?' Él se giro mirándome. Mis ojos se encontraron con los suyos, me que de un poco embobada. Me respondió diciendo un 'Si' sonriendo. Dos letras, una simple palabra, me basto para que mi corazón se pusiera de 1 a 1000 en un segundo.

Respire y tome aliento, una parte de mi le pedía una foto y la otra se moría por abrazarlo y decirle todo los que significaba para mi. Solo una parte de mi reacciono, saque el móvil todo lo rápido que pude. Le pedí a una persona que pasaba por allí que hiciera la foto.

Me puse a su lado y el puso su mano en mi espalda. Me hubiera quedado así durante toda mi vida, pero el hombre saco la foto y me tuve que separar de el. Mire la foto unos instantes y mi cara reflejaba ilusión.

Ya me iba a despedir cuando una voz conocida sonaba a lo lejos, aunque no conseguía escuchar lo que decía. Pensé que me iba a caer desmayada, ya que mi visión se difuminaba lentamente hasta que todo se convirtió en un negro intenso.

En un par de segundos todo había desaparecido y conseguí es escuchar lo que decía la voz. Era mi madre, se encontraba a unos metros de mi abriendo las cortinas mientras decía que llegaría tarde al instituto si no me levantaba..."

Rodaje y estreno de Fénix 11*23

Fotos exclusivas del rodaje y estreno de Fénix 11*23.

Twitter: @Polseressempre2