"Cada vez que veas las estrellas habrá una que te llame mas la atención que las demás, pídele una oportunidad, porque a veces cuando alguien quiere algo con todas sus fuerzas, este jodido universo conspira a favor de ello"
lunes, 31 de marzo de 2014
Novela: "Mi mundo... Él" «Capitulo III»
lunes, 3 de marzo de 2014
Novela: "Mi mundo... El" «Capitulo II»
Pasaban los días, pero ya no era la misma rutina. Siempre había sido la chica aburrida de clase, la tímida que solía sentarse sola, y que prefería pasar la tarde leyendo un libro que salir a dar un paseo o salir de fiesta. No solía sonreír ni reír en clase.
Pero desde hacia una semanas que eso había cambiado. Desde que Nil me sonrió yo era algo mas feliz. El profesor de biología decidió que se sentara a mi lado en sus clases, porque así no hablaba tanto. Los días que no nos tocaba biología se me hacían eternos y esperaba con impaciencia esas horas donde el se sentaba a mi lado.
Algunos días me pedía los deberes de alguna asignatura, yo procuraba tener todas las tareas hechas para que cuando se las dejará me respondiera con un "Gracias Mire" y esa sonrisa que me hacia sonrojar. Otros días me decía cerca de mi oído "Que aburrimiento, ¿no?" acabando con una risa baja, que me hacia reír , para que el profesor no le regañara. O simplemente un "Hola" cuando se sentaba a mi lado, que me hacia sonreír.
Era jueves, ultima hora, el profesor explicaba pero pocos atendían. Noté como Nil se acercaba pare decirme algo, algo a lo que no sabia que responder.
Nil: Oye, ¿Haces algo mañana por la tarde? -Dijo hablando bajo-
Yo: ¿Q..que? -Conteste algo nerviosa dejando de mirar al libro y poniendo mi mirada en sus ojos-
Nil: Mañana vamos a ir todos los de la clase a celebrar Carnaval, a una discoteca, ¿Te apetece venir? -Respondió sonriendo-
Yo: Eh.. Pues.. -Mi mente negaba repetidamente pero un impulso respondió- Vale, ¿Donde es?
Nil: Bien -Sonrío- El viernes a las nueve en la plaza, ve disfrazada eh -Sonrió y empezó a recoger-
Toco y se marchó con sus amigos. Ni me creía lo que acababa de hacer, no solo tenía que ir a esa fiesta, si no que también tenia que disfrazarme.
Las horas se me hacían demasiado cortas, el tiempo pasaba rápido y mis nervios aumentaban cada minuto que pasaba. Ya se había pasado parte de la mañana, yo intentaba inventar alguna escusa para no ir. Pero cuando me quise dar cuenta ya era la hora de volver a casa. Comí y me duché, ya eran las seis. Abrí el armario y me quede un rato mirándolo mientras pensaba que ponerme. Finalmente, cogí unas cosas y las puse sobre mi cama. Primero me puse unas medias trasparentes y unos pantalones negros cortos. Me puse una camiseta de tirantes que me llegaba por el ombligo con dos números tipo fútbol americano. Me puse unos calcetines altos, blancos con dos lineas negras y unos zapatos tipo ortopédicos negros.
Fui al baño y cojo las pinturas me manché un dedo con un verde oscuro y otro con un verde algo mas claro. Pasé los dos dedos por mis dos mejillas, dibujando dos lineas en cada mejilla. Me miré al espejo y sonreí, cogí dinero.
Me puse una chaqueta deportiva verde y salí. Ande rápido ya que iba tarde, cuando llegué y ya estaban todos. Me saludaron y yo les salude, caminamos a la discoteca. Unos minutos mas tardd Nil se acerco a donde estaba.
Nil: Que guapa -Sonrió-
Yo: Gracias.. -Sonreí y le mire- ¿Y tu de que vas disfrazado?
Nil: ¿Yo? De Nil -Rió-
Yo: -No puede evitarlo y reí- Vaya, que original
Nil: Si -Rió y llegamos-
Pagamos las entradas y entramos. La vergüenza terminó pasándose y me lo pase genial. Al cabo de dos horas, ya cansada me retiré de donde estaba toda la gente. Nil se dio cuenta y se acercó a mi. Tras preguntarme si me encontraba bien, me preguntó que si quería salir un poco a que nos diera el aire ya que hacia bastante calor allí dentro, a lo que yo accedí.
Salimos y nos sentamos en el bordillo que estaba enfrente de la discoteca. Charlamos un rato, y reímos. No se como pasó ni porqué, entre unas risas noté que estaba algo mas cerca de lo normal, no le di importancia aunque los nervios empezaron a volver a mi. Solo pasaron unos segundos cuando encontré sus labios sobre los mios, me acabó besando dulcemente. Se lo seguí tímida, segundos después separamos un poco nuestras caras.
Yo le miraba a los ojos, mientras el hacia lo mismo, noté como un calor ascendía hasta mi cara, sentía como mis mejillas se enrojecían, me ardían..