Apoyé mi espalda en la pared y la deslicé
por ella hasta encontrar el suelo. Me tapé la cara con las manos,
llorando en silencio, mientras por mi cabeza pasaba cada momento de esa
tarde. Estuve así durante un rato, hasta que oí que mis padres abrían la
puerta de casa, no quería que me vieran así y menos tener que decir el
por qué estaba así, por lo que me levanté mientras secaba las lágrimas
de mis mejillas.
---NIL---
Permanecí mirando su ventana un par de segundos mas mientras me arrepentía de la apuesta que hice.
·Recuerdo·
-Si que te llevas bien con esa chica eh - Dijo Gerard mirando a Mireia, cambió la mirada hacia mí sonriendo.
-Bueno, normal.. - Le mire sin saber por qué lo decía.
-¿Te
gusta? -Dijo riendo, los demás le acompañaron riendo también. Me quedé
sin decir nada, la miré hasta que Joan me dio un codazo suave.
-¿Qué? No, que dices, a mí no me gusta.
-Pues dicen dicen que ella a ti si- Sonrió-
-Si dices que no te gusta, hagamos
una apuesta, no eres capaz de besarla, y al día siguiente le dices que
no quieres nada con ella- Dijo Pau entrando en la conversación. Después
que negarme un rato ha hacerlo, acabé aceptando.
Toco el timbre y volví a clase con Joan.
-Te arrepentirás de esa apuesta Nil.- Dijo mientras se sentaba en su silla.
·Recuerdo·
Sabía que no querría verme, así que fui hacia mi casa.- Tenía que haber hecho caso a Joan.. - Susurré caminando.
Algunas
chicas de clase ya me habían dicho que me quería, como nunca se me
había acercado a hablar conmigo y apartaba la vista cuando me veía por
el instituto, no lo creí. Pero cuando me senté a su lado el primer día, vi lo tímida que era, seguramente por eso no me miraba o no me hablaba, si era así, le habría dolido oírnos.
Entré en mi casa,
después de saludar a mi madre y a mi hermana, que estaban en el salón,
subí a mi habitación y me eché en la cama mirando al techo mientras
seguía pensando.
---MIREIA---
Durante el viernes y el fin de semana no hablé mas con Nil. Me envió algunos WhatsApp pero no respondí a ninguno.
El
domingo por la tarde salí a pasear con la bicicleta, fui hacia un
parque algo retirado de mi casa, era el más bonito de Girona, tiene unos
jardines y unas fuentes preciosas. Cuando llegué me paré ha hacer una
foto, saqué el móvil y enfoqué hacia una de las fuentes cuando unas manos taparon mis ojos, intente girarme pero la persona que no me dejaba ver, tampoco me dejaba que me girase.
-Ahora
si que no me vas a poder ignorar.- Dijo algo divertido. Sonreí al
escuchar su voz, pero deje de hacerlo rápidamente y me puse un poco
seria.
-Nil, dejame.- Él retiro sus manos y se puso delante mía, poniendo sus manos en el manillar mientras me miraba a los ojos. Empecé a ponerme nerviosa, siempre me ha puesto nerviosa que me miren tan fijamente a los ojos.
-No quería hacerlo, ya sabes como son, perdóname...-Sus ojos reflejaban verdad, me quede unos segundos callada.
-¿Y
si esto es otra de vuestras estúpidas apuestas?- No aguantaba más así,
no me gutaba estar enfadada con la gente, y menos con él.
-No, esto no es ninguna apuesta, seguramente ya se han olvidado de todo esto.- Sonrío.
-Seguro.- Sonreí un poco.- Bueno, ya nos vemos...
-¿No te apetece dar un paseo?
-Pero yo tengo bici y tu...
-Baja.-
Sonrió, no sabía para que quería que me bajara pero bajé, le mire
esperando que dijera lo que iba a hacer y el se montó en la bicicleta.
-¿Y ahora?.- Le miré arqueando una ceja.
-Siéntate en el manillar.- Sonrió divertido.
Tras
un rato negándome, consiguió convencerme, aunque seguía estando
insegura ya que la ultima vez que me subí al manillar de la bici de mi
amiga acabé con un esguince en la muñeca.